Cristina era una mujer con no muy buena suerte en el amor. Pero jamás habría imaginado lo que le pasó.

Un Nuevo Comienzo

Cristina acababa de romper una relación de varios años porque su ex pareja la había engañado con otra persona, lo que la dejó bastante mal y la ruptura no fue nada fácil para ella, porque él había sido un hombre muy especial en su vida.

Por suerte, después de algunos meses y gracias a la ayuda de sus amigos y familia, Cristina comenzó a superar esta ruptura tan dolorosa. Ahora que se sentía mejor que nunca había decidido comenzar a poner en marcha nuevos proyectos y retomar antiguas aficiones que la hacían feliz, como por ejemplo hacer ejercicio.

Para ella este no era solo un hábito saludable o un pasatiempo. Y aunque ella no lo esperaba, allí encontraría a la persona que pensaba que, por fin, sería el amor de su vida.

Manuel


Esa persona no era otra que su monitor de entrenamiento. Su nombre era Manuel. Cristina sospechaba desde el principio que a él le gustaba ella. Pero en realidad eso no era un problema muy grave, puesto que a Cristina también le gustaba él.

Ambos disfrutaban mucho de la compañía del otro y después de un tiempo de coqueteos y risas durante los entrenamientos, decidieron que les gustaría ir un poco más allá y empezar a salir algunos días a tomar un café o, por qué no, a cenar juntos.

Cristina iba con precaución porque aunque había logrado superar todo el dolor de la infidelidad y la ruptura con su anterior pareja, aún le quedaba algo de desconfianza.

Hay Algo Extraño

A pesar de todo, ella pensaba que Manuel iba a ser el definitivo porque nunca antes se había sentido de la forma que lo hacía con él. Cristina comenzó a enamorarse muy profundamente de Manuel, mucho más rápido de lo que ella se esperaba.

Aunque Manuel a veces actuaba de una forma un poco extraña, ella lo quería tanto que no le importaba nada.

Pasaba el tiempo y la relación iba evolucionando con aparente normalidad. Aun así, Cristina sentía que había algo raro detrás de ese comportamiento, pero una gran parte de ella no quería terminar de aceptar que esos pequeños detalles, como que llegaba tarde a casa, o que a veces estaba más frío de lo normal, eran un indicativo de algo que ella, por desgracia, conocía demasiado bien.

Diez Años juntos y una Horrible Verdad



Cristina y Manuel pasaron así diez años de sus vidas. Pero aunque ambos eran felices, ella sabía en su interior que algo no iba bien del todo. Por eso un día en el que se encontraba ya bastante cansada de negar lo obvio, decidió mirar en el móvil de Manuel mientras él dormía. Por desgracia para ella, se encontró un problema mucho mayor de lo que habría podido imaginar. Él estaba siéndole infiel con cuatro mujeres distintas al mismo tiempo, y eso había estado pasando durante estos diez años.

Cristina lo había intuido durante todos estos años, pero jamás habría pensado que fuera de esta manera. Era tan inverosímil que al principio no quiso aceptarlo. Además, ella lo quería mucho más de lo que había querido a nadie, y parecía que él la amaba de verdad. No podía ser verdad que le hubiera hecho eso. Pero los sucesos y la forma de actuar de Manuel hicieron que no pudiera negarse la realidad a sí misma durante más tiempo. Cristina reunió valor y le preguntó si estaba con otras al tiempo que con ella.

Manuel ni siquiera se molestó en negarlo. En ese mismo momento, ella le dijo que se acababa esa relación. No volvió a querer saber nada de él. Aunque unos meses después de aquello se enteró de que algunas de las chicas con las que la engañaba lo habían dejado, aunque dos de ellas habían decidido seguir con él.