Esta típica figura de un hombre con sus pantalones bajados en cuclillas y haciendo sus necesidades, es muy típica de la imagen navideña catalana. Los catalanes esconden en el entorno del niño Jesús, uno de estos hombrecillos,  pero la costumbre existe también en la Comunidad Valenciana, en Murcia, Andorra, Nápoles y Portugal.
Aunque la figura tradicional del caganer aparece vestida con faja y barretina y una pipa en los labios, últimamente también toman forma de políticos, futbolistas, actores y otras celebridades.
Se dice que si no se coloca, trae mala fortuna al hogar, pues supone la fertilización de la tierra para obtener una buena cosecha y atrae suerte y alegría para el nuevo año.