Dentro de la mitología griega, se conoce como “Titanomaquia” (también llamada “Guerra de los Titanes”) a la serie de batallas que se liberaron a lo largo de diez años entre las dos razas de dioses que existían con anterioridad a la aparición de la raza humana. En este sentido se enfrentaron, por un lado, los titanes cuya base se encontraba en el monte Otris y, y el por el otro, los dioses Olímpicos, que serían los que posteriormente llegarían a reinar desde su morada: el monte Olimpo.
De todos los poemas que circulaban en la antigua Grecia sobre este mítico episodio, tan sólo ha llegado hasta nosotros el que aparece en la “Teogonía” de Hesíodo. También tenemos constancia de que un poema épico (hoy en día desaparecido) atribuido a un personaje también de carácter legendario y que llevaba por título “Titanomaquia” relataba las aventuras que se sucedieron a lo largo del conflicto.
Se dice que la guerra comenzó cuando el titán de más corta edad, Cronos, derrocó a su propio padre Urano (el máximo gobernante del Universo) con la ayuda inestimable de su madre Gea. Crono castraría a su padre, se apoderaría de su trono y liberaría a sus hermanos, los Titanes, que habían sido encerrados por su progenitor en el Tártaro.
A este respecto, es importante resaltar cómo esta tradición de mitos en los que una raza de dioses se enfrenta a otra dominante, es bastante común en la historia mitológica que existe tanto en Europa como en los países del Próximo Oriente. El resultado de dichas guerras a veces difiere: unas veces los rebeldes pierden y son condenados y, en otras ocasiones, son estos los que consiguen hacerse con el poder o ser añadidos al panteón existente.
muy buen artículo
me ha encantado!
QUE INTERESANTEEE