Los cráneos siempre son usados para relacionar situaciones o hechos relacionados con la muerte, con la oscuridad, el mal o las situaciones tenebrosas. En muchas culturas o en pueblos primitivos se consideraba que los cráneos eran objetos que producían terror, llegando a se considerados como el asiento del alma.
Antiguamente las tribus cortaban las cabezas de sus víctimas y las conservaban los cráneos como si fuesen un trofeo muy preciado, pero también significaba, demostrar a los demás el poder sobre la fuerza del mal a si evitando que estas se vuelvan contra ellos.
En otras culturas como la de los Vikingos, tenían la costumbre de comer y beber en los cráneos, pensando que de esta manera se absorbían los poderes y virtudes de los difuntos. Las brujas y las hechiceras siempre tenían cráneos para hacer sus rituales o beber en ellos sus propias pócimas la mayoría de las veces estos cráneos eran robados de las tumbas por las brujas que querían hacer hechizos, pero al ser encontrados en manos de ellas, era habitual acusarla de crímenes en vez de ladronas de tumbas.
Al parecer la energía que conservan los cráneos, es tan poderosa que permite que por si mismo puedan ejercer sobre el resto de mortales una atracción hacia lo oscuro, la magia negra, el mal augurio.