Esta vez os traemos el relato de la Bella y la Bestia que todos conoceréis por sus múltiples adaptaciones al cine. La mayor parte de ellas se basan en la versión suavizada del cuento que hizo la escritora francesa Jean-Marie Leprince de Beaumont en 1756. Pero esta leyenda popular proviene de mucho más atrás.Ya se contaba en la Edad Media pero con un trama un poco más oscura ¿Quieres descubrirla? Empezaremos contándoos la versión más conocida de Beaumont y al final explicaremos la verdadera historia detrás de este relato tan siniestro.
«Hace mucho tiempo vivía un comerciante viudo que tenía tres hijas. Las dos mayores eran presuntuosas y vanidosas. Pero, por el contrario la menor, a la que llamaban Bella, era humilde y bondadosa. Todas tenían pretendientes, siempre dispuestos a casarse con ellas. Pero, con el tiempo, la mala fortuna en los negocios hizo que el comerciante perdiese todas sus riquezas. Y los múltiples pretendientes desaparecieron ya que el dinero era su principal motivación para casarse con ellas. Solo Bella, siguió recibiendo algunas proposiciones debido a su hermosura, pero aún así, las rechazó también.
Cierto día el comerciante salió en un viaje de negocios y le preguntó a sus hijas qué querían que les trajese a la vuelta. Las dos mayores pidieron joyas y vestidos, pero Bella, dijo que se conformaba con una rosa.
A su regreso el hombre se perdió en el bosque y tuvo que pasar la noche en un castillo que parecía abandonado. Al día siguiente, antes de marchar, cogió una rosa del jardín para llevársela a su hija. En ese momento, una horrenda bestia dueña del castillo apareció dispuesta a matarlo por su osadía. El comerciante pidió perdón suplicando por volver a ver a sus hijas y la Bestia le ofreció un trato:
Podría volver a su hogar siempre que trajese a una de ellas para que ocupase su lugar presa en el castillo. El hombre, hecho polvo, regresó a casa y le contó lo sucedido a sus hijas. Inmediatamente, Bella, que se sentía responsable por haberle pedido la flor se ofreció voluntaria para cumplir el castigo.
La Bestia instaló a Bella en los mejores aposentos del castillo para que viviese allí toda su vida y le prohibió a su padre que volviese a verla. Cada noche la Bestia visitaba la habitación de Bella y le pedía que se casase con él, pero ella le respondía que solamente le concedería su amistad. Pasaron varios meses en que la Bestia colmó de atenciones a Bella y ella le correspondió con su acercamiento.
Pero un día, vio en un espejo mágico que su anciano padre estaba muy enfermo y pidió a la Bestia que le permitiese verlo por última vez. Este aceptó a cambio de que Bella no pasase más de ocho días fuera del castillo.
Al volver a su hogar se encontró con sus vengativas hermanas mayores, infelices por estar casadas con hombres vulgares y que la engañaron para que se quedase más de ocho días. Al darse cuenta de que había roto su promesa Bella, corrió de vuelta al castillo donde se encontró a la Bestia agonizando a punto de morir de pena porque lo había abandonado.
Bella se arrodilló ante él y se deshizo en lágrimas al darse cuenta de que lo amaba y de que quería ser su esposa. Al escuchar sus palabras la Bestia se transformó en un bello y apuesto príncipe que había sido convertido a su estado anterior por la maldición de una bruja siniestra para que ninguna mujer quisiese estar con él.
La Bella y el príncipe se casaron mientras vivieron felices en el castillo junto a su padre. Por otro lado, las dos hermanas mayores de Bella fueron transformadas en estatuas de piedra sin perder la consciencia para que fueran testigos de la felicidad de su hermana menor.
Fin
Como os decíamos la Bella y la Bestia es un clásico popular de las leyendas europeas que ha ido evolucionando a través de los siglos. Se cree que tiene su origen en el mito griego de Cupido y Psique pero no fue hasta el siglo XVI que comenzaron a aparecer versiones escritas en las que la Bestia pasó por ser una serpiente, un lobo e incluso un cerdo.
La más destacada fue la novela de la escritora francesa Gabrielle-Suzanne Barbot de Villeneuve en 1740 que sirvió de base para la versión reducida de Beaumont. La trama gira en torno a la batalla entre reyes y hadas en la que Bella es una princesa que se hace pasar por la hija de un comerciante para escapar de un hada malvada. Y la Bestia es un príncipe huérfano criado por esa misma hada malvada que intenta casarse con él cuando ya es mayor y tras rechazarla lo convierte en una horrenda criatura.
En cuanto a su significado La Bella y la Bestia parece una crítica a los matrimonios de conveniencia, típicos de la época en los que mujeres jóvenes, eran obligadas a casarse con hombres mayores que no conocían. Pero el cuento también parece decir a las mujeres que si buscan en el interior de sus maridos pueden encontrar a un ser bondadoso e incluso redimirlo a través de su amor.
También nos habla de una muchacha que llega a su mayoría de edad incapaz de asimilar una relación íntima con otro hombre, a los que ve como bestias. Solo ve el amor de su padre como puro. Por eso, le pide que le regale una rosa.
En el momento en el que es capaz de entablar una relación amorosa con otra persona, Bella alcanza la felicidad y esta Bestia se convierte en la pareja perfecta. Mientras que su padre cae enfermo al haber perdido el interés y el amor de su hija.
Muy bonitas las dos versiones, aunque sigo prefiriendo la de Disney. 🙂
siempre me ha gustado mucho este cuento, es uno de mis favoritos