Hace tres años como de costumbre, todos los días visitaba a mi novia a su casa y por lo regular regresaba a medianoche caminando por la misma ruta de siempre y por bien conocida la calle. Elías Piña. Cuatro cuadras antes de llegar a mi casa alcanzaba a escuchar gritos y ruidos muy extraños que cuanto más me acercaba al final de la esquina más fuertes y claros eran las voces, la primera vez pensé que solo se trataba de alguien que estaba jugando dentro de algunas de las casas, pero después de la segunda vez lo dude y por curiosidad presté atención a lo que decían, acercándome poco a poco al lugar del que provenían esas voces, sin duda escuché una voz muy fuerte gritando demasiadas groserías y por medio mejor decidí pasar lo más rápido que pude.
Hasta que un día caminé por el otro lado de la calle y de pronto comencé a escuchar un tipo de ritual, acercándome al sitio hasta que con claridad escuché que repetían: ¡Abandona este cuerpo demonio, ¿Quién eres?, ¡Dime tu nombre!, ¡En el nombre de Jesucristo, te ordeno que salgas de este cuerpo!… de pronto escuché la misma voz de hombre gritando maldiciones.
Yo tambien hubiera pasado lo mas rapido posible por alli