En una relación de pareja pueden existir diversos miedos que
interfieren de un modo u otro con la relación. Funcionan como el talón de
Aquiles o puntos débiles de la relación y pueden dar lugar a conflictos, discusiones,
malinterpretaciones y reacciones emocionales exageradas, fuera de lugar o
incomprensibles para el otro miembro de la pareja.
Estas son algunas cosas que puedes hacer para mantener esos
miedos a raya y no dejar que estropeen vuestra relación:
1. Reconoce tus miedos. El primer paso consiste en conocer
cuáles son vuestros miedos y mirarlos cara a cara: miedo al abandono, al
rechazo, a estar solo, a ser engullido por tu pareja, a perder tu libertad o
identidad, a no ser comprendido, al cambio, al paso del tiempo o
envejecimiento, a tener hijos o a no tenerlos, a sentirte fuera de control, a
fracasar en tu relación, al aburrimiento, a que se ignoren tus necesidades, a
la dependencia, etc.
2. Analiza cómo pueden estar afectando a vuestra relación o
influyendo en la interpretación que haces de lo que tu pareja dice. Por
ejemplo, si tienes miedo al rechazo y tu pareja hace algún comentario sobre el
aburrimiento en vuestra relación puedes pensar que se está cansando de ti. Tal
vez solo quiere proponerte pensar más cosas interesantes que hacer juntos, pero
tú puedes interpretarlo, desde tu miedo al rechazo, como si te estuviera
diciendo que eres una persona aburrida o que se aburre por tu culpa.
3. Habla con tu pareja de tus miedos y de los suyos, de
manera que ambos conozcáis vuestros miedos. Por ejemplo, si sabes que tu pareja
es especialmente sensible al abandono y sabes qué comportamientos tuyos pueden
llevarle a temer el abandono, sabrás cómo decir determinadas cosas sin que tu
pareja se sienta amenazada.
4. Reconoce cuando se activa un miedo. Cuando tu pareja
reacciona de un modo que te resulta totalmente fuera de lugar, o exagerado, es
probable que se deba a que ha sucedido algo que ha activado uno de sus miedos
más profundos. Podéis aprovechar esa ocasión para reconocerlo y tratar de
descubrir qué miedo es. Si ambos habéis hablado ya del tema de los miedos y os
habéis propuesto sacarlos a la luz y hablar de ello cuando algo los active,
entonces puedes decirle a tu pareja: «Creo que ahora mismo estás haciendo
o diciendo esto porque esta situación ha activado algún miedo. ¿Quieres que
intentemos descubrir cuál es?» Esto hará que tu pareja se distancie un
poco de sus propias emociones para pasar a observarlas y a darse cuenta de lo
que siente en vez de simplemente sentirlo y dejarse arrastrar por esa emoción,
de manera que se calmará con más facilidad. Luego podéis pensar con calma qué
miedo es, de dónde viene y buscar una solución teniendo en cuenta las
necesidades de ambos.

5. Echa un vistazo a tu pasado. No es raro que muchos
de estos miedos procedan de la infancia y las relaciones con padres o
compañeros. Por tanto, un buen ejercicio para conocer tus miedos consiste en
indagar un poco en tu pasado: si has sido rechazado, ignorado, humillado,
dejado de lado, avergonzado, etc. Todo eso puede estar moldeando tus miedos
actuales y, por tanto, puede servirte para descubrir aquellos que no tengas del
todo claro.