En la India existen 4 leyes de espiritualidad que se enseñan y te ayudan a cambiar la perspectiva de la vida. Dicen que si este texto llega a ti, no es por casualidad, es porque estás preparado para entender que ningún copo de nieve cae alguna vez en el lugar equivocado.
La persona que llega, es la persona correcta.
“Nadie llega a nuestra vida por casualidad. Todas aquellas personas que nos rodean, que interactúan con nosotros, están allí por algo, para hacernos aprender y avanzar en cada situación”.
No siempre es fácil aceptar esto, hay momentos en los que quieres que la persona que tienes al lado sea la correcta, o quieres elegir un camino pero simplemente no es el indicado para ti. Con el paso del tiempo te das cuenta de que todo está ahí por algo, de que todas las personas que pasaron por tu vida te enseñaron algo. Incluso aquellas que te hicieron daño.
No intentes retener a personas que simplemente tienen que irse de tu camino. Por el contrario, acepta a otras que han sido puestas en tu camino para guiarte.
Lo que sucede es la única cosa que podía haber sucedido.
“Nada, pero nada, absolutamente nada de lo que sucede en nuestras vidas podría haber sido de otra manera. Ni siquiera el detalle más insignificante. No existe el: “si hubiera hecho tal cosa… Hubiera sucedido tal otra…”. No. Lo que pasó fue lo único que pudo haber pasado, y tuvo que haber sido así para que aprendamos esa lección y sigamos adelante. Todas y cada una de las situaciones que pasan en nuestras vidas son perfectas, aunque nuestra mente y ego se resistan y no quieran aceptarlo”.
Cada una de las decisiones que tomaste en tu vida fueron por algo. Todos los errores cometidos nos han llevado a ser la persona que somos ahora, nada es por casualidad. No debemos arrepentirnos por nada. Simplemente hay que mirar hacia adelante y saber que cada cosa tiene su momento en la vida. Asumir que, aunque existan momentos que no nos gusten, todo irá a mejor.
Todo en esta vida es un aprendizaje. Aprovéchalo. Trata de ver el lado positivo de las cosas. Sé que al principio es difícil. Date tiempo, pero no te rindas.
En cualquier momento que comience es el momento correcto.
“Todo comienza en el momento indicado, ni antes, ni después. Cuando estamos preparados para que algo nuevo empiece en nuestras vidas, es allí cuándo comenzará”.
Cada cosa a su tiempo. No te apresures, no quemes etapas. Todo llegará, y cuando llegue, será porque es el momento indicado. Si comienza en tu vida, no digas que “no era el momento”. Sí lo era. Si está allí es por algo. No lo rechaces.
Cuando termina algo, termina.
“Simplemente así. Si algo terminó en nuestras vidas, es para nuestra evolución. Por lo tanto, es mejor dejarlo. Seguir adelante, dar las gracias y avanzar, enriquecidos con esa experiencia”.
Creo que uno de los mayores errores que cometemos es alargar cosas que simplemente ya no dan más de sí. Nos impedimos ser felices metiéndonos en círculos que deberían haberse cerrado hace mucho. Hay que avanzar, y para ello, hay que liberarse de ciertas cosas. Cuando algo acaba, acaba. Y punto. Déjalo ser y mira hacia adelante.
A veces simplemente cierro los ojos e imagino una vida diferente a la que tengo ahora. Me imagino eligiendo otras cosas, habiendo hecho algunas que no hice, diciendo todo lo que me quedo por decir a personas que hoy no me dan lugar en su vida. Imagino que seguramente todo sería distinto ahora si hubiera hecho tal o cual cosa. No sé si estoy orgullosa de todo lo que alguna vez hice, pero si puedo decir que siempre que pude hice lo que quise hacer y no me imaginé nunca lo que venía después.
Creo que nunca me puse a analizar que si hacía algo eso me iba a llevar a una cosa mucho más grande. Quién me iba a decir que con una decisión tan pequeña, las cosas ahora, son tan diferentes a cómo serían sin ese desliz… Sin esas cosas inoportunas de la vida que se te presentan y uno improvisa y hace lo que le sale.
Hoy miro hacia atrás y veo que muchas veces me dejé estar y no fui tan de frente como hoy lo haría sin dudarlo. Pero igual, estoy aquí y no me quejo ni me reprocho nada. Mi vida no sería mía sin esas metidas de pata o sin mi carácter de mierda que a veces complica todo. Sin mis impulsividades o sin mi manía de estar todo el tiempo pensando en cosas que ya pasaron, pero que deberían haber pasado de otra forma.
A veces simplemente hay que dejarse llevar… Dejando que suceda, es más fácil así.
Así que ya sabes las 4 leyes de la vida, aplícalas, no pienses tanto y vive tu vida. Cambia, reinvéntate, intenta cosas nuevas, si te caes vuelve a levantarte y empieza de nuevo cada vez que sea necesario.
En serio no pasa nada, sobre todo si no haces nada.