El palo santo es un árbol considerado sagrado. Su madera al quemarse produce un humo con propiedades muy especiales. Originario de determinadas partes de Sudamérica como Perú, Argentina, Brasil, ya era empleado desde la antigüedad para atraer energías positivas y relacionado con ritos y ceremonias de los chamanes.
Al llegar los españoles, en el siglo XV le dieron el nombre de “Santo”, la madera sagrada.
Esta madera proviene de árboles que no se talan, sino que mueren naturalmente y es a los cuatro años de que esto suceda, cuando sus cualidades se potencian.
El olor del Palo Santo es muy intenso, algo cítrico y dulce y es utilizado para alejar energías negativas que bloquean y atraer las positivas. Aporta paz y armonía, a la vez que nos conecta con la energía del amor.
Se usa también para purificar el ambiente, mejora el estado de ánimo y alivia problemas relacionados con el estrés y depresivos, ayuda en la meditación y se dice que tiene cualidades afrodisíacas.
Propicia la concentración, la relajación y la meditación, siendo usado en Yoga, Reiki y aromaterapia.
Es usado por los chamanes para llevar a cabo limpiezas y purificaciones de lugares, alejando malas vibraciones y espíritus malvados.