Doce reos vivían en el zona alrededor de Pendle Hill en Lancashire y fueron acusados del asesinato de diez personas por el uso de la brujería. Con excepción de dos de ellos, fueron enjuiciados en el Assize de Lancaster el 18 y 19 de agosto de 1612, junto con las brujas de Samlesbury y otras, en una serie de juicios que han sido conocidos como los juicios de brujas de Lancashire.

Empezaron a suceder desgracias en el pueblo de Pendle, dos familias de brujas entraron en conflicto lidiado por las matriarcas consideradas reputadas brujas, y aparentemente no lo negaban. Los vecinos de la zona las acusaban de haberles provocado enfermedades.

Entre las dos familias que organizaron la rellerta se acusaban unas a las otras de robos varios.

Alizon, una de las brujas implicadas, estaba tan convencida de sus poderes de bruja que decía ser sierva del demonio. Su propio hermano confeso que su hermana se dedicaba a embrujar niños.

En Abril de 1612, intentaron ambas familias de brujas arreglar la situación para evitar acabar todos en la hoguera. Esa reunión se convirtió en un sabbat en toda regla y no tardaron de detener a todos los implicados y condenarlos.

12 fueron acusados y de ellos 10 fueron ejecutados, otro murió esperando condena y la ultima fue juzgada culpable pasados unos años.

Desde entonces a Pendle Hill le llamaron la colina de las 12 brujas, una colina con una belleza natural increíble y que entreteje un pasado de leyenda donde la tragedia y la brujería, formaron un manto único para todo curioso y amante de las leyendas.