Los dragones son criaturas mitológicas tan antiguas como el
mundo. Se los representa con forma de lagarto alado. Se dice que se formaron al
mismo tiempo que el universo y que participaron de la creación divina,
proporcionando sus dones a cada planeta.
Los dragones aliados constituían un arma temible, por eso,
por ejemplo, los soldados persas grababan dragones en sus escudos, a fin de que
este animal les diera fuerza y poder en las batallas. Así, también, los romanos
pintaban dragones en sus estandartes y los vikingos los colocaban como mascarón
de proa en sus embarcaciones.
La Magia Elemental
Los cuatro elementos (Aire, Agua, Fuego y Tierra) rigen la
naturaleza, así como la vida de cada ser, pero, ron al además, incluyen a
numerosas entidades llamadas “elementales”.divina,
Los dragones de Aire, Agua, Fuego y Tierra forman parte de
ese ejército invisible que se invoca en la Magia elemental.
Cuando un mago conjura a los dragones elementales, puede dar
Los por seguro que ellos acudirán a servirle. Están al servicio del hombre, por
lo tanto para el bien como para el mal, ya que no reconocen la diferencia. Es
por eso que existen tantas opiniones controvertidas respecto a estos seres
mágicos.
Guardianes poderosos
En la mitología clásica, se asocia el Por eso, quien tenga a
un dragón con un guardián o un centinela. Así, el dragón de Año Nuevo de China,
por ejemplo, es el que aleja a los malos espíritus.
Aunque no tenga la investidura de un mago medieval,
cualquier persona con buenos propósitos puede convocar a los dragones
elementales para solicitarles ayuda. Se los llama, sobre todo, para que se
conviertan en guardianes de la paz, del amor, de la salud o la prosperidad. Por
medio de ritos de apertura, se los invoca para que abran los caminos hacia la
felicidad y quiten los obstáculos que pone el mal en nuestra vida. A
continuación, varios rituales para convocarlos en nuestra ayuda.
Los cuatro dragones de la naturaleza
Los dragones, al igual que los demás ele-mentales, como las
hadas y otros seres mágicos, se clasifican por el elemento natural que dominan.
Las características de cada uno de ellos son las siguientes: 
Dragones de Aire: Custodian la esencia de la naturaleza. Son
dragones sanadores físicos y espirituales. Ayudan a abrir los caminos de la paz
cuando hay discordia entre dos personas.
Dragones de Agua: Custodian el fondo del mar, lagos y ríos.
Pose-en una gran fuerza espiritual y su legado pre-cioso es proteger al amor.
Se los invoca para unir lazos afectivos.
Dragones de Tierra: Íntimamente ligados al elemento Tierra,
su misión sagrada es custodiar los bienes materiales y espirituales. Atraen la
buena fortuna.
Dragones de Fuego: El elemento Fuego les aporta energía
pero, también, fiereza. Son custodios del Bien y protegen a quien los invoca
contra todo mal
Rituales con Dragones Elementales
Recuerde realizar estos rituales con el mayor respeto, ya
que se trata de conjuros para invocar a seres poderosos y no sería conveniente
enfadarlos.
Ritual del Dragón de Agua
Encienda una vela color azul y coloque a su lado un cuenco
con agua. Mire fijamente el espejo del agua hasta reflejarse y, cuidando de no
marearse al hacerlo, fije su vista en el fon-do del cuenco y diga: “Dragón de
Agua, aliado de ondinas, sirenas y tritones, abre los caminos del amor para que
mi vida sea feliz y armónica”. Una vez dicho esto, beba el agua y deje que la
vela se apague.
Ritual del Dragón de Fuego
Coloque 3 carbones encendidos en un cuenco y prenda una vela
roja al lado. Escriba en un papel todo aquello que le preocupa (problemas,
maleficios, etc.). Haga un bollo con él y arrójelo al fuego diciendo: “Dragón
de Fuego, aliado de las salamandras, quema con tu aliento, todos mis males y
problemas”.
Ritual del Dragón de Tierra
Tome un cuenco con tierra, encienda al lado una ve-la marrón
y entierre dentro una moneda dorada. Cuando lo haga, pronuncie lo siguiente:
¨Dragón de Tierra, aliado de silfos, ninfas y elfos, abre junto a ellos el
camino de mi prosperidad”. Ponga la tierra en una maceta junto con la moneda.
Ritual del Dragón de Aire
Encienda una vela blanca y colóquela junto a un cuenco con
carbones encendidos. Vierta sobre ellos un puñado de incienso y diga: “Dragones
del Aire, que el humo de este incienso suba hasta donde uste-des habitan junto
a sus sílfides aliadas. Pido que velen por mi salud y la de mis seres
queridos”.
El Sello del Dragón

Así como los antiguos romanos, persas y pueblos de otras
culturas conocían e invocaban el poder mágico del dragón, convoque usted,
también, los poderes de este ser elemental para protegerse de sus enemigos.
Para ello, realice su propio sello protector dibujando el Dragón de Fuego en un
medallón de cuero y llévelo, luego, siempre consigo. Puede copiar la
ilustración que figura en esta página. Dibújela sobre el medallón. Cuando la
tenga terminada, grábela a fuego sobre el cuero con un clavo al rojo vivo,
cuidando de no quemarse, o bien, con un pirograbador. Finalmente, pinte la
silueta de color rojo intenso.