Hace un tiempo, una amiga mía y yo decidimos
hacer espiritismo por primera vez, ya que nunca antes no habíamos atrevido a
hacerlo. Llamamos a otras dos amigas para que nos acompañaran ya que a mí me
habían dicho que probablemente con sólo dos personas sería más difícil que
saliera algo. Nos costó trabajo convencerlas pero al final cedieron. Lo
preparamos todo y, un poco asustadas, comenzamos.

Pasó mucho tiempo y una de las compañeras a las
que habíamos llamado, dijo -“Yo me voy de aquí, menuda tontería esta de la
ouija”. Nosotras nos asustamos un poco y decidimos dejarlo para otro día.

Al cabo de unos días, la compañera que se había
ido, me llamó, aterrorizada, diciéndome que, de camino a casa después de haber
ido a estudiar a la biblioteca, al pasar por delante de una casa en ruinas que
hay cerca de su casa, una niña vestida de blanco le había pedido que jugara con
ella. Mi amiga le dijo que no podía ya que tenía prisa por llegar a su casa, y
acto seguido, ala niña comenzó a llorar con lágrimas de sangre. Mi amiga salió
de allí corriendo y al llegar a casa, me había llamado. Hasta ahí fue lo que me
contó mi amiga. Yo en un principio me lo tomé a broma, pero algo me hacía
pensar que mi amiga hablaba muy en serio.

En mi habitación comencé a darle vueltas al
asunto y me acordé del día en que habíamos hecho espiritismo y de las malas
maneras con las que mi amiga se había retirado. Pensé que no tendría nada que
ver y me dormí. Al día siguiente esa misma amiga me llamó porque iba a quedarse
sola en casa estudiando y tenía miedo, así que decidí acompañarla ya que yo
tenía también que estudiar.

Cogí un autobús y, ya en su casa, nos pusimos a
estudiar. De repente, oímos a nuestra espalda un ruido como de arañazos. Las
dos miramos y comprobamos horrorizadas que la niña que ella me había descrito
estaba sentada sobre la cama de mi amiga arañando la pared. Salimos corriendo
de la habitación y al llegar a la puerta observé que mi amiga no estaba, pero
yo estaba demasiado asustada para esperarla.

Un rato después, la policía llamó a mi casa
informándome de que mi amiga había muerto de un ataque de asma, ya que mi amiga
era asmática. La habían encontrado en las escaleras de su casa, con una
expresión de terror en su cara. Yo estuve en tratamiento psiquiátrico unos
meses y ya me estaba recuperando pero el otro día en mi buzón apareció una nota
escrita con letra de niña pequeña que decía: “tu amiga murió por no jugar
conmigo. tengo una muñeca nueva…” Yo creo que es una broma de algún chico del
pueblo, ya que nuestra historia se ha hecho bastante popular en el pueblo, pero
por otra parte tengo miedo… ¿vendrá a por mí?